Jóvenes nacidos en la era de la información, asediados por estímulos que llaman su atención, ávidos de crear, inventar, descubrir, se desencuentran diariamente con una escuela que los prepara para adaptarse a la subordinación a través de la estrategia de la copia y la repetición.
Y es que la escuela moderna, nacida en el marco del pensamiento de la Ilustración, de tareas disciplinadas, con espacios claramente diferenciados entre “el que manda”, “el que obedece”, “el que sabe” y “el que no sabe”, es cada vez más desbordada por un espacio de socialización altamente fecundo desde el punto de vista creativo y cultural: la calle.
Y fue en la calle, durante los años 70, donde nació la cultura hip hop: la poesía, la música, el baile y la pintura urbana como forma de denuncia y resistencia de las comunidades afroamericanas ante la situación de exclusión social que vivían. A través del rap y el baile denunciaban la violencia sufrida, con el graffiti marcaban la ciudad haciéndose visibles y con la música aseguraban que sus ritmos permanecieran vivos.
El LAU, antecedido por la Escuela de Hip Hop Endógeno del 2008, ha recibido desde la fecha a más de 300 jóvenes que en muchas oportunidades han sido “rebotados” de sus liceos y que han hallado en las expresiones del arte urbano un espacio de encuentro para la construcción colectiva, la creación artística y la transformación social.
En nuestros barrios ahora mismo desde esos elementos los jóvenes cantan, pintan, bailan y musicalizan su realidad. El jueves 4 de agosto, en Tiuna El Fuerte, decenas de ellos iniciarán un camino de formación que pretende su politización a través del hip hop. Politización entendida como proceso de apropiación de categorías sociohistóricas para la comprensión y problematización de las condiciones de vida. Ese camino es el Laboratorio de Artes Urbanas (LAU), un espacio educativo experimental especialmente creado para la expresión legítima de las identidades juveniles del barrio.
Este jueves, a partir de las cinco de la tarde, como parte de la bienvenida a los nuevos jóvenes del LAU, se presentará en el Tiuna la obra de teatro Muchos como yo, protagonizada por los egresados de los talleres anteriores. Esta pieza cuenta la vida de Yonaikel, un joven de barrio, discriminado por el barrio y la escuela, aquella escuela que debería incluir y potenciar sus deseos y habilidades. Este joven encontrará reconocimiento para sus formas de expresión en un espacio de creación no convencional.
Ante esto cabe la pregunta de cuándo la escuela tradicional saldrá de su estrecha cancha y se adentrará a la calle para ser parte de la vida de los chamos y hacerse parte de su realidad real.
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