La plaza con su fuente esta bien chévere ¿Pero por qué no me puedo sentar en la grama a vacilar su espectáculo de luces? El boulevard quedó lacra ¿Pero por qué no lo puedo caminar a cualquier hora del día?
Con contradicciones de este tipo nos encontramos al momento del uso de las áreas de esparcimiento público. Los organismos de seguridad se ocupan de limitar su uso obligando a que las horas de ocio, mayormente, se consuman dentro de centros comerciales, bares o simplemente nos achantemos en la casa.
Los y las jóvenes del barrio, los desposeídos y las desposeídas de Lucas siempre hemos sido convocados por y en la calle. En ellas hemos encontrado el sitio de disfrute, construcción y encuentro, por eso esta situación nos alarma de tal manera que nos parece hipócrita la política aplicada al uso de los sitios públicos, está de espaldas a las necesidades que nos plantea la urbe.
Los espacios públicos deben vincularse directamente a las necesidades, gustos, criterios y carencias de las y los caraqueños, y así en el resto de las ciudades del país, estos espacios deben ofrecer alternativas para una manera distinta de convivir en la ciudad, desde lo que somos, que logre contrarrestar la lógica babilónica que nos consume día a día. Si ésta no se materializa en una política pública clara, queda de parte de nosotros, los colectivos, gremios y crews organizados de la movida caraqueña tomar el protagonismo para que, de manera organizada y haciendo lo que sabemos a hacer (teatro, graffiti, break dance, música, skate, danza, circo, pintura, rumba, cine, deporte o simplemente achante), comencemos a hacer uso real y responsable de los espacios de la ciudad para neutralizar esta hipocresía que se viene manejando en la calle y sus espacios. Dejar de estar siempre subordinados al horario, costos y lógica privatizada de los centros comerciales y sus clubes, es una de las consignas que debemos manejar para que tomemos las calles.
En esta misma onda, hay varios gremios que van avanzando de manera organizada hacia el uso consciente y responsable de áreas comunes en todas las ciudades del país. Tenemos que encontrarnos, conectarnos e ir tejiendo una red que nos permita articularnos y regar por todos lados el producto de nuestro trabajo artístico e investigativo, y de esa manera convertirnos en un músculo que permita elaborar las alternativas necesarias para generar otro beta desde el contenido y la construcción.
Pasen este viernes dos de septiembre por el Ateneo Popular, desde las 8 de la noche, al Guacharaka Soundsystem, donde estaremos proponiendo otra manera de vivir la realidad caraqueña. Entrada liberada.
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