Anclado en el afecto como base de cualquier relación humana sustentada en el respecto, la igualdad y la justicia, nuestro enfoque pedagógico parte de la comprensión y valoración de las formas de expresión y relación propias de l@s jóvenes con los que trabajamos. Esta premisa la consideramos indispensable para la construcción de herramientas pedagógicas coherentes con los principios de una educación liberadora: socialización de saberes, producción colectiva de conocimiento, problematización de patrones socio-culturales, económicos y políticos injustos y perfeccionamiento en el manejo de herramientas técnicas, que permitan la producción de potentes discursos contra-hegemónicos.
El LAU se inscribe en los principios de la Educación Popular, toda vez que apunta hacia la resignificación crítica de la realidad social como estrategia para la generación de condiciones que movilicen hacia el cambio social. Desde allí, colocamos en el centro de toda la producción creativa y problematizadora del arte y el conocimiento, la reflexión genuina de cada participante.
Como elementos facilitadores de nuestros procesos formativos identificamos:
El LAU se inscribe en los principios de la Educación Popular, toda vez que apunta hacia la resignificación crítica de la realidad social como estrategia para la generación de condiciones que movilicen hacia el cambio social. Desde allí, colocamos en el centro de toda la producción creativa y problematizadora del arte y el conocimiento, la reflexión genuina de cada participante.
Como elementos facilitadores de nuestros procesos formativos identificamos:
- La relación profesor-estudiante se soporta en la horizontalidad, el respeto se construye dialécticamente.
- No se imponen los contenidos trabajados, se negocian antes de iniciar el período formativo o la clase.
- Participan los más diversos actores, de las más diversas voces, en torno a las temáticas discutidas.
- Se respetan las estrategia informales de construcción y transferencia de conocimientos propias de la cultura de la calle.
- Se respetan los lenguajes y referentes propios de los participantes.
- Se potencian las propias capacidades de los participantes.
- Se apuesta por la utilización de espacios no convencionales (espacios abiertos) para el desarrollo de los intercambios educativos.
- Se apuesta por la auto-regulación grupal y por la construcción colectiva del sistema normativo, con el fin de colocar al estudiante como el sujeto más responsable de todo el proceso formativo.
- El estudiante no sólo es sujeto de evaluación. Dentro del tipo de relación establecida entre profesor-estudiante, la co-evaluación de todos los participantes de la dinámica educativa es una norma, así los profesores también se someten a evaluación del grupo.
- La forma de las clases es negociada y siempre es flexible, mientras permita cumplir con los objetivos planteados.
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