miércoles, 18 de abril de 2012

Las canciones que están sonando son las que produce el pueblo





(Prensa Tiuna El Fuerte) En horas de la tarde, en actividades de Un-Convention Caracas 2012,  se abrió el debate sobre la responsabilidad que tiene el Estado y la empresa privada para el apoyo a músicos locales. Miembros del sector público y privado fueron convocados para confrontar sus visiones. El Estado asistió, pero pese a la invitación realizada a Pepsi Music, su silla quedó vacía.
Sin embargo, bajo una asistencia concurrida, el anfiteatro de Tiuna El Fuerte abrió de nuevo la discusión, esta vez, giró en torno a si es un deber o no que instituciones y empresas financien económicamente a músicos independientes.
Freddy Ñanez, presidente de Fundarte, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, comenta cómo en los últimos años la gestión de este ente a través del Gobierno Bolivariano, ha generado instrumentos legales para promover saldos positivos en cuanto a desarrollo cultural.
Fundarte, que cuenta con 36 años de existencia tomaba a la cultura como un concepto relacionado únicamente a las Bellas Artes. Pero en siete años de creación que tiene el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, “el Estado se ha encargado de custodiar el desarrollo cultural reivindicando lo popular”.
Ñanez habla de lo positivo de las experiencias locales en producción independiente y de la necesidad de espacios para su promoción. “Tiuna El Fuerte es un espacio urbano independiente y fuera del Estado, que están conscientes de sus derechos y también de los deberes del Gobierno”.
“Se acabo la lloradera”, dijo el sociólogo Ociel López, uno de los panelistas, haciendo referencia al auge de la producción independiente. A su juicio, con las redes sociales las canciones que se están escuchando son las que el mismo pueblo produce. Su comentario hace alusión al hecho de las preocupaciones y limitaciones que embargaban a músicos y artistas hace 20 años atrás, antes del advenimiento de las redes sociales.
“Ahora los chamos gracias a la tecnología pueden grabar y distribuir sus temas y videos y ese es el punto de fuga entre el mercado y el Estado”, agregó.
Más que preguntas, el público se dedicó a interactuar con los ponentes y alimentar el debate, sentenciando que es un deber del Estado la creación de espacios de producción, y de la empresa privada el aporte económico, para retribuir a la sociedad lo que ésta consume masivamente de ellos.

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