miércoles, 25 de julio de 2012

“Vándalo el que destruye”, hablan los chamos del Taller de Grafiti




“Para hacer un grafiti, primero debes dibujar mucho.  Cuando el boceto te queda cartelúo, pasas a la pared y armas el esqueleto. Lo rellenas con sombras, lo abombas, le pones piezas dependiendo de tu nivel y listo”. Así, Deivi Aragot, estudiante de grafiti del Laboratorio de Artes Urbanas de 19 años, nos explica en qué consiste el procedimiento del grafiti.
El 09 de junio el Laboratorio de Artes Urbanas (LAU) inició el taller de grafiti a fin de proporcionar un tipo diferente de educación, a partir de las vocaciones de los jóvenes de las comunidades. Estos talleres tienen una duración de tres meses y son completamente gratis. El taller de grafiti cuenta con 40 estudiantes bajo la tutela de Uki Liendo, artista urbano del mural. Los chamos tienen edades entre 14 y 20 años.
Inspirados en el hip hop, la belleza y sus vivencias personales, lxs jóvenes talleristas de grafiti cuentan su experiencia:
Kevin, de 16 años, comenta: “Detrás de cada letra está la historia de grupos, hay una vida. Hay códigos del hip hop y de la música”.
Deivi agrega: “Llegué al grafiti por problemas. Conseguí unos chamos en la  calle grafiteando, y me enseñaron. Desde entonces uso el grafiti para descargar mis rabias, expresar lo que siento”.
De la representación que nos recibió, todos estuvieron de acuerdo con que el grafiti es un medio de expresión y una terapia. “Queremos expresar lo que sentimos y que los demás lo sepan”, comenta una chica.
¿Por qué el grafiti es un arte?
“Porque transmite el mensaje oculto de la calle”, comenta Kevin.
A pesar del objetivo artístico de esta práctica, las reacciones en el entorno de este grupo de estudiantes no ha sido la más positiva.
“Me botaron de la casa por estar grafiteando”, comenta Deivis.  A Kevin lo agarró la policía mientras dibujaba con unos panas. Al preguntarles “¿Qué dicen en sus casas por estar grafiteando?” La respuesta al unísono fue un “¡ay!” “Nuestras mamás aún no saben cómo es la cosa en la calle”.
En el grupo de estudiantes con quienes hablamos hay dos chicas, y recomiendan a las féminas “lanzarse al ruedo. Nosotras aportamos talento y belleza. No sólo hablamos de problemas, sino de arte y de música”.

Pese a los contratiempos, estos jóvenes estudiantes tienen aspiraciones en su vocación artística. Deivi tiene la ambición de vivir del grafiti como artista, y una joven comenta que aspira proseguir estudios de diseño gráfico.
Como mensaje final, el grupo de estudiantes de grafiti del LAU exhorta a la sociedad a no seguir viendo al grafitero como un malandro. Armando de 14 años, argumenta: “¿Si el grafiti fuera vandalismo, porqué lo utiliza el gobierno? “ “Vándalo el que se para en los bancos a rayar y a destruir. Nosotros hacemos arte en las calles”, agrega Kevin.  Cierra una chica de unos 15 años: “Somos de la sociedad pero con otro flow. Preferimos cambiar las bichas por las latas, mancharnos las manos de pintura y no de sangre.”


Por María Eugenia Acero C.

3 comentarios:

  1. muy bien! pero graffiti es graffiti esa vaina q esta compuesta de ese toque de vandalismo!

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  2. bueno eso es cierto graffiti sin vandalismo no es graffiti pero eso no deja de ser arte pero bueh cada graffer tiene su propio estilo

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  3. :) excelente ese grupo! Espero pronto ver sus obras porai :)

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